¿Sientes que tu vida está estancada? ¿Te gustaría cambiar algún aspecto personal o profesional y no sabes por donde empezar? ¿Tienes miedo de hacer un cambio a tu vida? No sufras, es natural, todo el mundo tiene respecto a aquello que no conoce. Pero… no te pares, ¡ahora es el momento de ponerte en marcha!
1. Define quién quieres ser: imagínate que tienes una máquina del tiempo y puedes viajar cinco años adelante. ¿Qué tipo de vida tienes?, ¿estudias?, ¿trabajas?, ¿a qué te dedicas?, ¿vives solo?, ¿con pareja?, ¿has formado una familia?, ¿tienes niños?…
2. Descubre en quien te tienes que convertir: una vez sabes quien quieres ser es momento de buscar qué características y habilidades tiene tu Yo futuro. Por ejemplo, ¿es emprendedor/a?, ¿qué tipo de personalidad tiene?, ¿habla más idiomas?…
3. Analiza que necesitas adquirir para convertirte en esta persona: elabora dos listas, una con las habilidades de tu Yo futuro y otra con las de tu Yo actual, y compáralas. ¿Qué te falta?, ¿tienes que hacer algún curso de idiomas o de especialización?, ¿necesitas ampliar tu red de contactos?, ¿quién crees que te podría echar una mano?… Investiga.
4. Deja atrás aquellos hábitos que te impiden avanzar: ¿te gustaría ser una persona más positiva?, ¿querrías sacarte de encima la actitud de queja?, ¿crees que rodearte de personas que te impulsan hacia delante es una buena opción?… Estudia tu situación actual y mira qué es lo que tienes que modificar para convertirte en quien quieres ser mañana.
5. Realiza un plan de acción: estructura todo aquello que has anotado en los cuatro primeros puntos y haz la línea del tiempo. ¿Cuáles son los pasos que tienes que llevar a cabo?, ¿cuando los llevarás a cabo? ¡Pon fecha! Anota también puntos de control, es decir, aquellas medidas objetivas que te dirán si estás siguiendo el camino hacia tu objetivo o si, por el contrario, te estás desviando. Es importante que cada cierto tiempo revises tu plan de acción y compruebes si estás cumpliendo los objetivos que te has marcado.
6. Vive cómo si fueras tu Yo futuro: proyéctate y empieza a tomar decisiones de acuerdo con la persona que serás de aquí a cinco años. Es importante que empieces a acomodarte en tu Yo futuro.
Invierte hoy el tiempo, los recursos y la energía para ponerte en marcha y prepararte por quién quieres ser mañana.
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