Las afirmaciones potenciadoras o poderosas son declaraciones positivas que nos hacemos a nosotras mismas para generar creencias y programas de conducta que nos impulsan a salir adelante.

El inicio de las vacaciones, de las paradas del ritmo cotidiano, hace que cambiamos de escenarios, de hábitos, de horarios, de personas con quienes nos relacionamos… y todo esto favorece que nuestra mente esté abierta a explorar estas conclusiones a las cuales podemos llegar.

Durante este tiempo, te invito a decidir qué afirmaciones pueden ser para ti la base de nuevas creencias que te potencien.

Lo que te propongo en esta ocasión es hacer un poco de revisión sobre cómo está yendo tu conducta con lo que llevamos de año y que las conclusiones que obtengas puedan ser la base de creencias renovadas que te generen nuevos programas de conducta. Es decir, que te enfoques en aquello que te ha salido bien, en aquello que te gusta de tu vida, y en aquello que quieres.

Me gustaría compartir contigo algunas de mis afirmaciones potenciadoras:

  • Amo la vida porqué me enseña en cada momento.
  • Sé quién soy, me acepto tal como soy, y me siento agradecida de ser como soy.
  • Valoro los placeres sencillos, los momentos sanos, los instantes perfectos.
  • Desde el corazón agradezco las experiencias vividas, los retos superados, los caminos andados y las oportunidades para crecer.

Yo me las repito cada día, como un entrenamiento, como quien hace pesas en el gimnasio. Si tú quieres un bíceps desarrollado, tendrás que hacer repeticiones y, en el caso de las creencias, ocurre lo mismo: hay que crear de manera voluntaria estas afirmaciones positivas, repetirlas porqué se conviertan en creencias poderosas para ti, para que después puedan desarrollar programas de conducta potenciadores para ti.

 

(La foto que acompaña este texto es de Jordi Rodoreda Rosàs. Le he pedido si la podía usar para ilustrar este artículo y me la ha cedido muy amablemente. Muchas gracias, Jordi.)