La mejora continua es un concepto que aprendí cuando trabajaba en consultoría. Se define como la acción (motor) que permite que se introduzcan cambios graduales, tanto en el ámbito personal como profesional, con el fin de conseguir la excelencia.
Una de las herramientas empresariales más conocidas que nacen de la mejora continua es la metodología PDCA: Plan (planificar), Do (hacer), Check (verificar), Act (actuar).
Como coach me inspira mucho este concepto porque mi trabajo está orientado a acompañar a las personas a conseguir la mejor versión de ellas mismas, lo que podríamos definir, también, como la excelencia. Y esta excelencia la obtenemos a partir de la metodología PDCA:
- Planificar: evaluamos el estado actual y definimos el estado donde se desea llegar (objetivo). Planificamos las acciones para lograr el objetivo que anhelamos y también analizamos los posibles obstáculos que pueden aparecer durante el camino.
- Hacer: diseñamos la estrategia mediante un plan de acción y lo implementamos.
- Verificar: comprobamos los resultados obtenidos antes y después de la implementación del plan de acción.
- Actuar: corregimos las posibles desviaciones y, si el plan ha dado los resultados esperados, obtenemos nuestro objetivo. En caso contrario, volveríamos a empezar el ciclo PDCA.
A mí, personalmente, tener instalado este motor de mejora continua me ayuda a estar atenta a nuevas oportunidades, nuevos retos y a poder evolucionar.
Como siempre, este 2022 sigo muy enfocada en la mejora continua y muy pronto tendrás noticias que estoy segura que te gustarán.
De momento, solo puedo avanzarte que tienen que ver con la evolución y el camino de crecimiento personal y profesional que tanto me nutre a mí y con el que intento acompañar a las personas que confían en mi.
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