La comunicación eficaz entre dos personas se produce cuando el receptor interpreta el mensaje en el sentido que pretende el emisor. Pese a la importancia que le solemos atribuir a la comunicación verbal, entre un 65 % y un 80 % del total de nuestra comunicación con los demás la realizamos a través de canales no verbales.
Me imagino que algunos de vosotros os habréis encontrado en alguna ocasión alguna situación similar a lo que narro a continuación; yo en más de una. Ahora te pido que imagines que entras al despacho de un compañero o de tu jefe con la intención de comunicarle algo que para ti es importante. El receptor en ese momento te dice: «sí, dime, que quieres, te escucho«, pero su comunicación no verbal es la siguiente: sigue realizando las tareas que estaba haciendo hasta ese momento ya sea escribir en el ordenador, repasar sus notas, etc.… ¿te suena? y ¿cómo te sentías? ¿Qué pensabas?
¿Cuál es la diferencia entre oír y escuchar? Existen grandes diferencias. Oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo.
La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.
Escuchar = oír + interpretar
Algunas de las habilidades para la escucha activa son: mostrar empatía, parafrasear, emitir palabras de refuerzo o cumplidos, resumir con el objetivo de comprobar que has entendido bien el mensaje.
Desde mi punto de vista una de las partes más importantes de la comunicación consiste en escuchar a los demás. Si no préstamos atención nos perderemos fragmentos cruciales de información que podrían referirse a algo que va mal, aspecto que nos impiden reaccionar a tiempo. Si no escuchas a tu entorno difícilmente sabrás que necesita, que quiere. ¿Cómo podemos nosotros elaborar un mensaje que llegue hasta nuestra audiencia con toda su fuerza si no escuchamos?
De este tema se podría hablar o escribir mucho, pero espero que os haya llegado mi mensaje. Escuchar no es fácil, pocas personas lo saben hacer y no es lo mismo escuchar que oír.
Si quieres comunicar con eficacia debes empezar escuchando activamente a los demás.